Una copita de vino?
Dr Conrado Estol
Una copita de vino? Mejor, no...
Desde hace varios años se promueve tomar “una copita de vino” con la promesa de que se disfrutará más una comida pero también una larga vida. Esto se atribuye al “resveratrol” una sustancia (del grupo de los polifenoles) que se encuentran en el vino (más precisamente en el ollejo -cáscara- de las uvas) y también en el cacao. Esta sustancia es lo que se llama “antioxidante” y se le atribuýe el efecto de reducir la enfermedad vascular y por lo tanto la mortalidad por infarto cardíaco o cerebral. Sin embargo, un estudio científico de la universidad de Hopkins publicada en JAMA (una prestigiosa revista médica) cuestiona los beneficios de esta agradable -ahora no necesariamente sana- costumbre. El análisis se realizó en la región de Chianti por lo que lo llamaron “invecchiare in Chianti” (envejecer en Chianti).
Los investigadores evaluaron prospectivamente la cantidad de vino ingerida por casi 800 personas mayores de 65 años durante casi 1 década y midieron el número de eventos cardiovasculares durante el tiempo que duró el estudio. El riesgo de sufrir un evento cardiovascular fue menor…en quienes tomaron la menor cantidad de vino y no mostró cambios en el resto de los individuos. Tampoco se vio un beneficio en la ocurrencia de cáncer. Los autores excluyeron a los sujetos que tomaron cantidad excesiva de vino. Esto cuestiona las supuestas propiedades protectoras vasculares del resveratrol y justifica que la American Heart Association (Asociación Americana del Corazón) nunca ha recomendado agregar antioxidantes como protectores de la enfermedad vascular.
La evidencia disponible a favor del beneficio de “una copita de vino”, nunca nos convenció. Incluso existen pruebas de estudios en animales con resultados positivos producto de la falsificación de datos! La sugerencia es elegir una nutrición variada del tipo “dieta Mediterránea”. Para las bebidas, nada como el agua… Y el vino... puede esperar...
