Diagnóstico de Enfermedad de Alzheimer - Demencia
Dr Conrado Estol Varios estudios recientes han confirmado la capacidad de diferentes “marcadores” para detectar la presencia de beta amiloide en el cerebro de pacientes. El beta amiloide es una proteína que se correlaciona con la enfermedad de Alzheimer por lo que su presencia podría ser diagnóstica de esta enfermedad.
Antecedentes: Investigadores en el centro de la memoria de la Universidad de Pittsburgh hace más de una década desarrollaron el “compuesto Pittsburgh” (PiB) que tiene propiedades radioactivas y al adherir al amiloide cerebral puede ser detectado con imágenes realizadas con PET (Positron Emission Tomography). De esta forma se identificaría a personas con carga aumentada de amiloide cerebral como indicativo de que tienen o desarrollarán enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, estos mismos autores (con quienes trabajamos durante algunos años en esa Universidad) alertaron sobre el hecho de que personas con imágenes positivas no desarrollaban Alzheimer y otras sin hallazgos del marcador sí lo tenían (confirmado con autopsia). Por lo tanto, la exactitud diagnóstica de este estudio estaba afectada por los denominandos falsos positivos (personas con estudio que mostraba amiloide pero no desarrollaban Alzheimer) y falsos negativos (personas con estudio normal que sí desarrollaban la enfermedad).
Interpretación: El estudio recientemente reportado en la literatura y otros, usan formas comerciales del PiB que fueron desarrolladas por la Industria: Florbetaben (Neuraceq), Florbetapir (Amyvid), y el Flutemetamol (Vizamyl). La información publicada sugiere que al realizar estudios de PET (muy costosos y complejos de conseguir) con estos marcadores radioactivos, se podría identificar a las personas que tienen demencia de Alzheimer para su tratamiento.
Conclusiones: Las sugerencias de estos estudios deben ser tomadas con mucha precaución. En primer lugar, ya hemos dicho que existen un número significativo de falsos positivos y negativos que explicarían una proporción importante de errores diagnósticos con este método. En segundo lugar, aunque la certeza diagnóstica fuese absoluta (y no lo es….) confirmar la enfermedad de Alzheimer no cambiaría el tratamiento indicado en un paciente que sabemos tiene demencia. Estas opciones diagnósticas son más adecuadas para el campo de la investigación pero NO para la medicina asistencial. Mucho más importante en pacientes con demencia es asegurar el control estricto de los factores de riesgo vascular. La evidencia que sí se ha acumulado fuertemente en los últimos años es la que indica una fuerte relación entre la demencia en general y la enfermedad de Alzheimer con la presencia de hipertensión, diabetes, y la falta de ejercicio entre otros factores modificables.
Mensaje para llevar a casa… Frecuentemente deben pasar varios años para que “nuevas” tecnologías o métodos demuestren una capacidad diagnóstica o terapéutica adecuadas. Existen muchas y fuertes influencias que intentan promover el uso de estos métodos antes de que su utilidad esté claramente definida. El diagnóstico clínico de las demencias en un centro con neurólogos bien formados debe ser suficiente para definir el manejo ideal para estos pacientes sin someterlos a estudios que en muchos casos solo aportan confusión y angustia…